Desde el viernes día 5 y hasta el domingo 7, organizado por Rastrillo de Culturas en colaboración con la Concejalía de Turismo y Comercio del Ayto de El Ejido se encontrará en la calle Galeón el Mercado Medieval. A pesar de que en el cartel no lo especifica suponemos que el horario es el habitual, desde las 19:00 hasta las 01:00 horas. Tampoco he encontrado datos sobre la cantidad de puestos así que el número estará entre los 30 de costumbre y posiblemente los 50 de la última vez.
La ubicación es la habitual:
Una cosa que no he comentado nunca y que resulta muy curiosa por las características del mercado y de la previsión con la que se conocen las fechas y ubicación del mismo es la mala organización general desde el Ayuntamiento ya sea directamente o por medio de la Junta Local.
Las fechas en las que viene la gente del mercado se conocen con varios meses de antelación, al menos las visitas veraniegas, entrando en la web de rastrillo de culturas se pueden ver los mercados que van a organizar, como digo, con muchísima antelación y si ellos saben a que poblaciones van a ir lo lógico es que tengan cerrada la ubicación, aquí por ejemplo desde hace varios años están siempre en la calle Galeón.
Pues la calle Galeón queda cerrada parcialmente, digamos que en unos dos tercios de la longitud total y ese corte afecta a una calle transversal, la calle Raquero que baja desde Arquitecto Julián Laguna hasta la propia calle Galeón.
Resulta que por alguna extraña razón no se avisa del cierre de la calle con la suficiente antelación, en ocasiones llegado el día en el que empiezan a instalar los puestos la calle sigue literalmente abierta y al no haber avisado con los oportunos carteles del cierre de la misma al tráfico hay mucha gente que tiene el vehículo aparcado ahí desde el día anterior o incluso desde el mismo día con lo cual es bastante frecuente ir a sacar el mismo y encontrarse las vallas de la policía local colocadas a la entrada de la calle. De hecho al menos en una ocasión el aviso de corte de la calle que sí lo pusieron dos o tres días antes lo colocaron en la calle Fragata, una cagada monumental porque para una vez que medio se respetó el aviso estaba colacado donde no era.
Al final lo que sucede es que cuando la gente va a retirar su vehículo quita la vallas de la entrada para salir marcha atrás y muchos no las vuelven a colocar así que no es extraño que sigan entrando coches constantemente, de hecho los hay que viven más peligrosamente y quitan las de la salida, especialmente a las horas que el mercado está cerrado, y pasan tan tranquilamente entre los puestos.